RESPUESTA
AL COMUNICADO REALIZADO EL 22 DE OCTUBRE POR LA COMISIÓN PARA LA EVALUACIÓN
E INVESTIGACIÓN DE LA PLANTA PILOTO DE SEPARACIÓN Y VALORIZACIÓN DE RESIDUOS
URBANOS DE RIVAS-VACIAMADRID
Nota Difundida el 10 de diciembre de 2012
Los colectivos ARBA, Asociación
Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA, Jarama Vivo y
Rivas Aire Limpio contestan al comunicado emitido por la Comisión de Evaluación
de la Planta de Residuos de Rivas el pasado 22 de octubre y hecho público en
los medios de comunicación locales. Estos colectivos consideran que emitir
opiniones y juicios ante comunicados contrarios a la Planta no está dentro de
las labores de la Comisión; que es una media verdad decir que su comunicado fue
firmado por unanimidad; que los colectivos ecologistas hacen uso de su derecho
a expresar su opinión a la Planta al margen de que formen o no parte de la
Comisión de Evaluación; y que por tanto se reafirman en que la Planta no cumple
con la normativa aplicable.
La Comisión de Evaluación de la Planta Piloto de Residuos
de Rivas Vaciamadrid firmó un comunicado el pasado 22 de octubre, dirigido a
los medios de comunicación locales, destinada a responder a una nota de prensa
anterior que firmamos las asociaciones
ecologistas ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en
Acción, GRAMA, Jarama Vivo y Rivas Aire Limpio, a la que queremos contestar.
En primer lugar no entendemos por qué es la Comisión de
Evaluación la que se encarga de responder a nuestra nota, que estaba dedicada a
dar a conocer a la ciudadanía de Rivas Vaciamadrid nuestra opinión sobre la
planta, a propósito de las alegaciones que los colectivos ARBA, Asociación
Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, GRAMA, Jarama Vivo
plantearon al reciente Estudio de Impacto Ambiental de la planta, promovido por
Ecohispánica y Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid. Estimamos que no es tarea de
la Comisión responder a comunicados del tejido social madrileño (al que se
supone que representa en parte) sino únicamente evaluar, desde el rigor y la
imparcialidad, el funcionamiento de la planta de residuos. En todo caso, la
labor de contestar públicamente a los colectivos debería corresponder
únicamente a los promotores, Ecohispánica y Ayuntamiento, en lugar de hacerse
esconder a través de la opinión de la Comisión.
A tenor del comunicado de la Comisión, parece que molesta
que estos colectivos hagan uso de sus derechos ciudadanos a plantear
alegaciones a un estudio de impacto ambiental sometido a información pública y
a informar a la opinión pública de los contenidos de éstas. Quizás la Comisión
debería obrar de igual modo cuando, legítimamente, el Ayuntamiento de Rivas o
Ecohispánica deciden hacer lo propio a través de sus órganos de propaganda y
comunicación.
Por otra parte queremos aclarar que de la descripción de la
Comisión que hace el Comunicado parece desprenderse un peso determinante en la
misma de las asociaciones ecologistas, ocultando que en dicha Comisión está un
representante del Ayuntamiento (Presidente de la Comisión), otro de Rivamadrid
y además dos personas científicas nombradas por el Ayuntamiento (que fueron
aceptadas por el resto). Que una sola persona representa a las tres
asociaciones (Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y Greenpeace) y que el representante de Rivas Aire Limpio
no pudo acudir a la reunión en que se acordó aprobar el citado comunicado de
prensa.
De tal forma, el Comunicado de la Comisión fuerza la
verdad al decir que ha sido elaborado por “unanimidad”, cosa imposible al
faltar la aprobación de dicho representante de Rivas Aire Limpio.
Pues bien dicho
lo anterior y respetando el trabajo de la Comisión, que no fue nunca el
destinatario de nuestra nota de prensa, disentimos completamente de la Comisión
cuando afirma que la planta cumple con la legislación vigente. La reciente legislación
de residuos (ley 22/2011) establece una jerarquía que comienza por la
prevención, sigue por la preparación para la reutilización, continúa por el
reciclado y solo al final aparece la valorización energética o la eliminación
de los residuos. En cambio a esta planta llegan directamente los camiones que
recogen los contenedores verdes (llamados de resto pues contienen una gran
variedad de residuos, no solo orgánicos) y directamente trituran dichos
residuos (sin ninguna separación previa) para a continuación esterilizarlos
mediante vapor de agua, con lo cual se produce una mezcla mucho mas profunda de
los distintos componentes de la basura doméstica que dificulta su reciclado,
como decíamos en nuestra nota de prensa. Esta dificultad es especialmente notable
en relación con los plásticos, el papel y la materia orgánica. Es por esta
dificultad añadida, que dificulta el reciclado, por lo que afirmamos que esta
planta no cumple con la legislación vigente.
Por último
respetamos el deseo de la Comisión de no valorar la posible toxicidad de los
subproductos y emisiones hasta que alcance una conclusión definitiva, al final
de su trabajo, pero ya que a través de estas notas hemos abierto esta
comunicación, nos permitimos recordar a la Comisión que la evaluación de
posibles emisiones tóxicas, por ejemplo derivadas de la utilización de los
productos de la planta como combustible en otras instalaciones, estaría
incluida entre las tareas de la Comisión, como bien recuerda el mandato de
“evaluar todos los posibles impactos ambientales... del funcionamiento de la
planta”. Con mayor motivo si, como nosotros estimamos, la utilización comercial
mas probable de la mal llamada biomasa generada en la planta, sea la de
combustible.
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